sábado, 25 de diciembre de 2010

PS: I love you



Amor en tiempos de modernos.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Microrelato Matrix


Oh dios mio. Es cierto. Matrix existe. No era solo una peli. La peli era para explicarlo y nosotros sin entenderlo. Incluso Morfeo se parece al de la peli. Y ahora, aquí estoy yo, delante de las dos pastillas, ¿qué hago? Creo que esta vez tomaré la azul y todo habrá acabado. Mañana me levantaré cansado como siempre.


Hace mucho tiempo que no escribo en este blog, entre otras cosas porque tengo dos más y porque han cambiado muchas cosas en mi vida. De todos modos pensado en dejar aquí las cosas que no quepan en los otros dos, como lo que he escrito hoy. Un saludo.

martes, 10 de febrero de 2009

10 (y más) razones por las que vivir en suecia

Aquí va una lista de razones por las que en general cualquiera y en particular yo mismo debería vivir en Suecia

- Por las rubias de ojos azules (y verdes)
- Por calefacción en invierno en las casas
- Por el agua
- Porque hay un ikea en cada esquina (esto no es cierto, pero casi)
- Porque todo funciona
- Porque en verano no te mueres de calor
- Por las morenas de ojos azules (y verdes)
- Porque se gana más trabajando
- Por los kanellbullar, muffins, karamelkungen... (Y muchas cosas que puedes encontrar en el ica)
- Porque aunque no sepas inglés, puedes sobrevivir perfectamente

... Y por esas suecas que vinieron aquí para cambiar mi vida.

Y hay muchas más razones desde luego, pero esas son las primeras que me vienen a la mente. ¿Quién sabe? Puede que algún día vuelva a vivir ahí.

domingo, 4 de enero de 2009

Attitude

Llevo ya bastante tiempo sin actualizar, y no por falta de cosas que contar, más bien son por ganas de contarlo bien y no poderlo hacer y de tiempo para hacer. De todas formas esto no está abandonado, solo está esperando a momentos de inspiración.

Llevo un día bastante jodido compilando sin parar el kernel de linux solo para encontrar que no funciona una vez más, pero solo así se aprende. Y ahora casí a las tres de la mañana, mientras sigue otra compilación me ha venido a la cabeza el Sí (o if) de Rudyard Kipling, toda una lección para momentos en los que te puedes sentir abatido y sin ganas de seguir, toda una inspiración y no solo para esos momentos sino para muchos con los que te encuentras a lo largo de la vida.

Ahi va la traducción que encontre en una página.

Si

Si guardas en tu puesto, la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan
y no desprecias nunca, las dudas que ellos tengan.

Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
Si engañado, no engañas,
Si no buscas mas odio, que el odio que te tengan...

Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres,
Si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.

Si tropiezas el triunfo, si llega tu derrota,
y a los dos impostores les tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofismo del orbe encanallado.

Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría,
tus ganancias de siempre, a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era.

Si logras que tus nervios y el corazón te asistan,
aun después de su fuga, de tu cuerpo en fatiga,
y se agarren contigo cuando no quede nada,
porque tu lo deseas y lo quieres, y mandas.

Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud.
Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera, llegue a hacerte la herida,
Si todos te reclaman y ninguno te precisa.

Si llenas un minuto envidiable y cierto,
de sesenta segundos que te lleven al cielo....
Todo lo de esta tierra, será de tu dominio,
y mucho mas aún,
serás hombre, hijo mío.

Por Rudyard Kipling


Espero que a ti también te sirva de inspiración.

Veamos si la siguiente funciona.

domingo, 7 de diciembre de 2008

La época jackass

Hace unos cuantos años hubo una época en que lo más interesante que nos parecía a mis amigos era hacer el friki de muchas maneras. Echando la vista atrás fue una época
muy buena aunque en alguno de aquellos dias pensara que era estupido seguir cada fin de semana haciendo siempre las mismas tonterías. Buena parte de esa epoca se pasó casi exclusivamente entre partidas de rol, tardes con el skate, videos de jackass, noches en la caseta, conectadas... casi las unicas actividades que hacía cuando no estaba ni en casa ni en el instituto.

Todavía íbamos al instituto, aquello empezó cuando aun no teníamos ni coche y ir a la caseta de alguien suponía rodar medio pueblo en moto en pleno invierno con un frio que te encogía hasta las partes mas abrigadas del cuerpo.

En aquella epoca vivir no era difícil y a lo más duro que te enfrentabas era a la clases de física del tio Alan o a algunos exámenes. Una vez recuerdo algo que dijo mi primo mientras volvíamos del instituto hacií casa, era el ultimo año de instituto. Dijo algo así como que quería que la vida se detuviera en aquel momento, a lo cual yo le pregunté por qué, ya que no entendía porque él no tenia ganas de pasar el año y empezar lo que yo pensaba que era la maravillosa universidad, el me contestó que en ese momento la vida era perfecta para él, y no deseaba mucho más, era feliz. Ahora mismo lo entiendo y hay muchas anécdotas de esa época que son grandiosas. Quizás entren en alguna otra entrada de este blog.

Me gusta complicarme la vida y hacer cosas nuevas, viajar y emprender nuevos proyectos. Pero de vez en cuando también me gusta parar y disfrutar de la época ya que se que en cualquier momento algún día y lo único que quedará son los recuerdos que estaré revisando quizás dentro de un par de años.

Así que la moraleja está bastante clara, hay que vivir en el momento, ni más adelante ni más atrás. Es inútil pasar la vida esperando lo maravilloso que va a ser el futuro cuando no puedes imaginar ni la mitad de lo que va a pasar, y tampoco es plan estar viviendo en el pasado recordando lo maravilloso que era, aunque a veces va bien para escribir cosas como esta y hacerte pensar.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Viernes tarde.

Era un viernes, entre las 17 y las 19, quizás las 18. Estaba en el laboratorio de sistemas operativos de la escuela de informática y estaba en mitad de una práctica de ensamblador incrustado en C, vamos, el cúlmen de la diversión. Ya era prácticamente de noche a través de las ventanas del laboratorio, además parecía hacer frio. El profesor continuaba explicando a su marcha.

En uno de esos momentos que transcurrían vi la luz. Me evadí como otras tantas veces y me puse a ver la luz del techo. Imaginé que aquello no era luz artificial, sino la luz del sol colada a través de las rendijas, así que había parado de ser otoño para ser los últimos dias de primavera que daban paso al caluroso verano. Pensé que la puerta del laboratorio daba paso al pasillo de un instituto, uno de los que salen en las series americanas, para más placer. Casí podía oir y ver a la feliz gente de los pasillos que iba con pantalones cortos y se dirigían a la playa que no estaba mas allá de unos cientos metros del instituto. Imaginaba a rubias americanas de televisión yendo también a la playa con sus ajustados ropas, aquello no hacía mas que desesperarme por salir de aquella clase, aunque todo era mentira.

Eran los últimos días del instituto y del último año en el mismo. El año siguiente empezaría la universidad, y ahí muchas mas aventuras en algun campus universitario con pasillos mixtos. Pero bueno, aun estaba delante el verano y las tías estaban esperando allá fuera en la playa. Sin embargo, de repente la visión ya no dió mas de si y volví al laboratorio de sistemas operativos, y allí de nuevo, me di cuenta de la aplastante realidad, ya no estaba en aquel instituto y ya no oia el alboroto del pasillo, solo oia al profesor y el ruido de los ordenadores. El verano había acabado y estaba de nuevo llegando el invierno. Y ya no iba a ir a la universidad el próximo año, no, estaba en ella, pero ni siquiera era como la había imaginado. Ni siquiera había por tantas historias como las que pensaba que sucenderian aquel último año de instituto, compartiendo pasillos en alguna residencia. No, aquello no había sido real, y todo paso a ser oscuro.

De repente lo mejor de la vida había pasado, sin haber pasado. De repente pensé que los mejores momentos de mi vida ya habían pasado, y no, no eran esos que estaba imaginando en el laboratorio. Eran momentos como cuando tenia 18 años y estaba en el mejor año del instituto, o cuando el viaje de fin de curso de la eso y bachiller o en la riviera maya, o momentos cómo cuando tenía 9 años y no tenia preocupaciones o como los que viví el año pasado cuando estaba viviendo en otro pais.

De repente parecía que todo era oscuro y sombrío y ya casi no merecía la pena vivir, puesto que lo mejor había sucedido y se había ido, ya parecía que no se iban a repetir esos momentos en todo lo que me quedara de vida. A partir de ese momento ya perdí la práctica y me pareció llegar a los 80 años, totalmente cansado y esperando que la vida se fuera en cualquier momento. Ya no tenia sentido nada de lo que yo estaba haciendo allí, simplemente esperaba a que fueran las 19 para recoger y poder irme a casa.

De regreso al piso todo parecia frío y oscuro sin futuro. Llegué a la entrada y subi con la bicicleta. Entré a la habitación y comi algo y me puse a preparar la maleta para volver otro fin de semana, pero me parecia que ya todo era sin sentido y vacío. Tanto cansancio acumulado de la semana hizo que decidiera dormir un rato antes de marchar, asi que programé la alarma en el movil y me tiré sobre la cama, me tapé, y en unos pocos minutos de oscuridad, me dormí.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Sucedió en el metro.

Mi estancia erasmus en Estocolmo andaba acabando, en poco mas de un mes volvería a mi ciudad natal, pero no habia sucedido aun todo lo que tenía que suceder. Los exámenes habían acabado y esa misma semana tenia la visita de dos amigos, el loco y emea. Sucedió que en la última fiesta de la universidad, mis amigos y yo hicimos el burro como nunca, y a un nivel tan alto que nisiquiera los obreros mas experimentados del lugar podrian soñar en alcanzar. Y allí andábamos nosotros cada uno a su manera, contemplando las mujeres del norte y no tan del norte y diciendo lo que pensábamos de ellas en voz alta, eso si, en valenciano.

Esa fiesta fue una de las mejores, sino la mejor de todo el año, pero la cosa no acababa ahí. Como era lógico, para haber montado tal espectáculo, previamente nos habiamos provisionado de alcohol, bastante alcohol, por lo que la noche pasó en un momento entre risas y comentarios. Aquella misma noche tuvo lugar la gran party in the bathroom.

Cuando la fiesta acabó, demasiado pronto para nuestro gusto, cogimos el metro para volver a casa, y alli sucedió. Mientras algunos amigos subían señales de tráfico al metro (cosa que disgustó al trenista), derepente yo me vi hablando con una chica pelirroja que me atrapó. Yo aun seguía bastate contento, por no decir borracho, pero en aquel momento aquella chica me pareció la única en el mundo. En un momento el mundo se paró y nos pusimos a hablar de vinos y quizás algo mas que no recuerdo. Ella iba con un amigo, creo, y los dos llevaban un brick de vino de chile y copas de cristal y no dudaron en invitarme a una copa y hacer un brindis, así fue como llegamos al asunto del vino. Mientras seguíamos hablando de vinos y yo me perdía en su mirada, el metro llegaba a mi parada, solo era una desde el lugar donde había tenido la fiesta. El metro ya estaba abriendo las puertas y a toda prisa le pregunte si podía darme su correo, facebook o su telefono ya que tenía que volverla a ver, pero ya no había tiempo, los pitidos que indicaban que la puerta se cerraba empezaron a sonar y mis amigos ya estaban bajo así que bajando del metro le pregunte por su nombre, "sana elvi", y las puertas se cerraron para siempre.

A toda prisa me dispuse a sacar el móvil para apuntar su nombre y buscarla por algun lugar en cuanto estuviera en condiciones. Sabía que debía volverla a ver como fuera y que debía encontrarla. Los siguientes días estuve buscando sana elvi por el facebook y similares, y preguntando como se escribía a los suecos, pero no pude encontrarla.

A día de hoy me arrepiento de no haberme quedado en ese vagón, aunque fuera el último metro de la noche ya me las habría apañado para volver a casa, eso no habría importado ahora. Me arrepiento mucho de no haberme quedado en el metro solo para ver lo que pasaba aunque quizás esta historia ya no fuera tan pastelosa como es, pero al menos no me quedaría con la duda de saber que podría haber pasado con aquella chica que me atrapó y me invitó a vino.